En 2050, me gustaría que Europa fuera un continente próspero, sostenible y realmente unido. Imagino una Europa líder en innovación tecnológica y energías renovables, con ciudades inteligentes que prioricen el bienestar de sus habitantes y el medio ambiente. La economía estaría basada en un modelo circular, reduciendo residuos y fomentando la reutilización.

Espero una sociedad más equitativa, donde la educación y la sanidad sean accesibles para todos, sin importar su origen. La diversidad sería una fortaleza, con políticas que fomenten la integración y el respeto mutuo. Europa debería ser un referente en derechos humanos y democracia, pero de verdad, no como las actuales, promoviendo la paz dentro y fuera de sus fronteras

Además, desearía una Europa más conectado, con infraestructuras de transporte sostenibles y eficientes, que reduzcan la huella de carbono. En definitiva, una Europa verde, justa e innovadora, donde el progreso vaya de la mano con el bienestar de las personas y el planeta, donde no dependamos como ahora de los Estados Unidos.