Nos hemos dado cuenta de que nuestro estilo de vida no es sostenible. La industria avanzaba a un ritmo letal para la humanidad y hemos estado al borde de la extinción por la escasez de recursos, lo cual nos ha forzado a volver a nuestros orígenes y llevar una vida más amable con el medio ambiente.
Los principales trabajos son manejados por inteligencias artificiales, por lo tanto los seres humanos tenemos tiempo para cultivar nuestros huertos, cazar los animales que necesitemos comer y fabricar nuestra propias prendas.
Hemos derribado las fronteras políticas, en algún punto quedó claro que era mejor cooperar entre todos y actuar como una única nación. Destruimos las armas. Eso no ha impedido que haya conflictos entre nosotros, naturalmente, pero ahora las disputas se resuelven entre personas no entre naciones, se resuelven a palos, a pedradas o a puño limpio. Nos hemos vuelto más brutos mientras vivimos en casa ultra modernas que nos hablan, se limpian solas y saben de nuestra salud y bienestar más que nosotros mismos.