Es un futuro en el que la tecnología nos ayuda. Al dormir, el despertador nos despierta en función de nuestro ciclo de sueño y de si tenemos alguna cita o ir al trabajo (y en función del tráfico); automáticamente, se abren las persianas y se prepara el desayuno, mientras la casa ya está caldeada porque se ha encendido previamente la calefacción para que esté bien al despertar. En el coche, nos lleva solo sin intervención manual, por lo que podemos aprovechar para leer o ver algún video o incluso tener una videoconferencia de trabajo. En el trabajo, podemos hablarle y dictarle al ordenador. El teclado y el ratón ha desaparecido y solo con la mirada, la voz y los gestos manejamos todo. A la hora de comer, podemos reservar por voz un sitio en el restaurante y adelantar nuestro pedido, para que esté preparado al llegar. Después de trabajar, podemos disfrutar un algún espectáculo o pasear en la naturaleza o disfrutar con amigos, para luego llegar a casa y poder relajarnos habiéndose activado la calefacción para que esté a buena temperatura en función de la hora de llegada prevista, lo cual se calcula cuando le decimos al coche que nos lleve a casa. Finalmente, se nos recomienda la hora de ir a la cama en función de la hora prevista para levantarse, para que durmamos lo que necesitamos.